viernes, 18 de junio de 2010

PORQUE DE AMOR NO SE VIVE…Y EL PASADO ES SOLO ESO: HISTORIA



Los días siguientes fueron de felicidad. Una llamada aquí para decir Te amo…, un Yo también….susurrante para que nadie escuche. Por ahí un encuentro casual, un beso furtivo a mitad de escaleras, un toque de manos en la moto o en el auto...Un detente por favor….La vida se abría como pétalo en verano. Caliente y con ese deseo de vivir.


Parecía que el amor no había cambiado en nada sus vidas. Se comportaban como la primera vez. Se reunieron en los cafetines, por aquí por allá, salieron a escondidas en una mototaxi, de vez en cuando en la oficina, muy temprano cuando no llegaba el resto de colegas, el amor era lo único que importaba, Poco a poco se fueron dando cuenta que faltaba aquello que lo consolida: estar juntos como aquella vez
[1]. Estaba en el aire el tema sexual. No lo tocaron porque sabían bien que podría ocurrir en algún momento y quizá hacerlo de esa manera podría significar la destrucción de sus vidas.

Una mañana pudo ocurrir lo que tanto deseaban. Tras acordar encontrarse muy temprano fuera de la universidad, el propuso ir al cementerio a visitar a los familiares y algunos amigos que habían partido por cuestión del destino. En realidad siempre él se lo había propuesto. Esa mañana, ella asumió la decisión de visitar la tumba de su padre. Una moto fue testigo de aquello que se había convertido en la ilusión y la motivación de sus vidas, hasta entonces cansina y aburrida. Llegaron al cementerio. Ella compró un ramo de flores para ofrendar al creador de su vida. La acompañó. Un niño ayudó a colocar las flores y limpiar el sepulcro.


- Me siento mal estar aquí ante tu padre – dijo él- asumiendo que el padre de ella, de una u otra manera formaba parte de ese pasado
- A mí también – dijo ella – pero creo que él puede ser el único que puede escucharme en esta circunstancia. Y a lo mejor hasta me da valor para asumir lo de nosotros o para tomar la decisión de abandonar todo esto
- Podríamos jurar ante Él este amor. Total. Y Tú y Yo nos pertenecemos y podríamos…
- Calla por favor. No sabes lo que dices, ¿no te das cuenta que no tenemos oportunidad ante esta realidad? Déjame a solas por favor…


Ella estaba ahora ante la tumba de su padre. Le vinieron recuerdos de cuando era niña, cuando todo era tan feliz y el amor filial suponía la defensa perfecta al dolor que más tarde se nos viene con la adolescencia. Se acordó de sus primeras sensaciones sobre el sexo opuesto. Le confesó a su padre este amor que ahora le venía a destiempo. Le dijo que lo amaba, que era el amor de su vida, pero otro tenía su cuerpo y a sus hijos. Una lágrima rodó por su mejilla. Sabía bien lo que padre le hubiera dicho si estuviera vivo. Sintió ese frio que nos escarapela la piel y no es más que un alma que nos atraviesa la dermis.


Decidió rezar una oración. El silencio del cementerio en la mañana, un día cualquiera cuando no se llena por las velaciones, aseguraba ese momento de soledad familiar.


Él desde el momento que ella pidió estar sola comprendió la situación. Se alejó poco a poco del lugar, de un modo u otro, sabía bien que no tenía un sitio en el futuro de ella. Reconoció que estaba vencido desde aquella tarde en un camino del campo. Y es que los hombres saben cuando pueden actuar como el más romántico enamorado o como el más perro en celo. Se fue por allí, buscando un alma con quien conversar. Es que el cementerio es un buen lugar para pensar sobre el amor. Son tantas almas que amaron tanto en vida, que podrías escuchar de ellos un buen consejo. Y tienes la ventaja que te pueden escuchar y nunca le contaran a nadie tus secretos. Tras la oración se quedó en silencio. Miró alrededor. Tumbas, flores y esa paz que solo quienes duermen eternamente comprenden.


El se apareció de nuevo y juntos decidieron salir de allí. En uno de esos caminos que forman los pabellones, la tomó del talle y la besó inesperadamente. Ella se dejó llevar, lo deseaba, sintió ese calor que solo los que aman siente cuando un cuerpo se une a otro. Correspondió de igual manera a esa caricia que poco a poco les llevaba a alejarse, iban dejándose llevar por el momento…


- Espera, aquí no -. Dijo ella – intentando reponerse…
- Te amo – dijo él. Tratando de que ella comprendiera al situación..
- Yo también…pero… vámonos mejor…
Tomaron el primer taxi y se dirigieron a la Universidad.se miraron temerosos de haber actuado así ante aquellas almas.
- Te amo, pero tengo miedo – dijo ella .- un poco aterrada de lo que había pasado
- ¿Porque ese temor? , cuando se ama el miedo es solo una hoja que se la lleva el viento. si tuvieras que describir las sensaciones de este amor., ¿cuáles me dirías?...

El silencio se apoderó de ella. No respondió. Le miró a los ojos y en ellos había esa ternura y esa indecisión que solo se reconoce cuando el tiempo nos alcanza.


- El amor lo puede todo - le dijo. Tratando de asumir la responsabilidad
- Sí, pero mi padre …- dijo ella
- No te preocupes..el comprenderá, además ya se tu decisión y no te preocupes…- y se fundieron de nuevo en un abrazo y un beso que solo lo detuvo la puerta de ingreso de la universidad.


El se bajó antes de entrar. Nadie debía sospechar que de nuevo estaban juntos. El taxi siguió de largo mientras El presuroso escribía un mensaje, intentando demostrarle que en esto estaba juntos, ¡Mierda ¡– dijo al ver que no le alcanzaba el crédito para llamar o enviar mensajes. Decidió entrar a la universidad intentando llamarla desde una cabina pública. Llego al cafetín, se sentó y pidió un café. Nadie se dio cuenta de su actitud: un café a las 12:30 del día. Con el calor que reinaba era cosa de locos aventurarse a echarse fuego al alma, pero el corazón quemaba mas aquel día. Un mensaje le llegó para calmar esa ansiedad.


Me preguntaste que 3 emociones sentía., te dije miedo y las otras dos son deseo y angustia. De no poder hacer lo que más anhelo en este momento. Sabes debemos cortar esto o en cualquier momento menos esperado cometerá una locura. Estoy perdiendo la cordura contigo. ¿Por qué tuvo que ser así?
Jamile




Pero como todo tiene un inicio esto debía acabar. No porque ellos quisieran, sino por las circunstancias. Quizá el amor a su esposo y sus hijos la obligaba a abandonar este deseo adolescente. Quizá el temor a ser vista como la “mujer mala de la historia”, quizá la poca confianza que él le inspiraba, quizá la ausencia de ese valor que mostraba en su juventud. No sabemos. El asumió la culpa de todo, como intentado refugiarse para sí, que para el amor deben existir dos. Y ella no estaba con él.


Decidió contestar ese mensaje:


¿Deseas terminar esto? Si es así, lo acepto. No puedo ser la piedra en tu camino ni lograr mi Felicidad a costa de otros. Espero no equivocarme al decir que tú eres y serás el gran amor de mi vida.


Le costó mucho asumir esta decisión. Fue el café o quizá la sensación de que estaba destruyendo una vida. Si bien el pasado había dejado abierta esa posibilidad, también lo era que el futuro cerraba todas las puertas.

Cavilaba sobre dejar todo esto atrás, Regresar a su vida de lobo solitario. Pensó en sus hijas, aquellas que fueron fruto de amores que intento sostener sobre la base de que el tiempo borra todo recuerdo. Un nuevo mensaje llego al celular


Está bien acepto. Sera mejor para los dos, aunque debiste decírmelo en persona, te amo. Cuídate.
Jamile



Le dolió la respuesta. Nunca pensó que la vida tenga una nueva negativa para aquello que los dos sentían. El amor a veces tiene esas cosas. Te llega cuando menos lo esperas. Ten cuidado con el amor. A veces te llega por la espalda y traidoramente asesina tu ilusión. Pero lo hermoso del amor, es que tú nunca sabes cuando acaba
[2]. Intento escribir un poema en su agenda. No le salió nada. Curiosamente en la radio sonaba una canción que hablaba de la soledad. Sonrió, le trajo recuerdos de aquella vez cuando descubrió el amor con Jamile.[3]

La tarde asomaba su negrura, y en el espacio dos seres habían logrado desandar aquel nudo que una vez en el camino del ayer, se había quedado entrelazada con almas distintas. El adiós siempre deja una honda huella en el corazón. Depende de la fuerza de este para reponerse o dejarse morir


Atrás quedó la oportunidad de hacer realidad el amor como aquella vez en un camino, donde estuvieron a punto de hacer aquello que hoy tanto deseaban. Podría haber sido el final perfecto, pero también el inicio de una vida llena de problemas y esperanzas que ella no podía inventar.


Ella terminó sus clases en la universidad. Volvió a casa. Almorzó, vio a sus hijos y leyó los mensajes de su esposo. No vendría a casa, ya que tenía que salir urgente a supervisar una obra fuera de Piura. Sintió un gran alivio, al menos no tendría que fingir estar bien. Sus hijos se abalanzaron sobre ella saludándola. Subió a su cuarto, dejos sus ropas, abrió la llave de la bañera.


Mientras buscaba una bata para sentirse más libre, encendió su reproductor personal entro a la bañera, cerró los ojos y escucho una canción: “ A ti” de Arjona
[4], Lloró amargamente con su soledad., aquella que sientes cuando la persona que amas no está a tu lado, y se lo quisieras contar a alguien o mejor aun gritarlo a todo el mundo. Por la noche ella decidió acabar la historia de amor. Sentada frente al computador decidió concluir la relación de manera más decorosa, con una explicación racional y sin el temor de que él viera sus lágrimas. Abrió su correo, puso música de fondo[5] y escribió:


Adios lunes, 15 de abril, 2010 23:04 am
De:

jamile_acuario@hotmail.com
Para"
ethan_1968@gmail.com
‘’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’
Hola. Respecto al último mensaje que enviaste, déjame decirte que No te equivocas, me fue difícil aceptarlo, pero siempre he sido tuya y hoy estuve a punto de decir ya hagámoslo aunque sea en un nicho. Lo deseaba con toda mi alma, siempre lo desee. Te amo demasiado como para seguir haciéndote daño dándote esperanzas donde no las hay. No quiero que seamos enemigos, quiero que cuando tengas ánimos conversemos un rato, siquiera para saber cómo estás. Y con solo verte me bastará. Sé que encontrarás a alguien mil veces mejor que yo y espero que un día me llames y me digas encontré el amor.
Un abrazo y un beso
Jamile








[1] Una canción puede describir esta sensación : “los dos cogidos de las manos” de Alejandro Sanz
[2] “Es tan fácil romper un corazón” de Miguel Mateos
[3] “ Ahora ya todo acabo, siempre que jugué fue para perder. Nunca he sido bebedor, y aquí me tienes niña bebiendo otra vez. Yo no puedo mi vida estar tan solo, ayúdame, nadie puede vivir y estar tan solo. Nadie puede…. (“Sólo otra vez” de los Hombres G)
[4] “A ti te estoy hablando a ti, a ti la que no escucha, a ti que con lo que te sobra me darías la luz para encender los días. A ti que juegas aganarme cuando sabes bien que lo he perdido todo, a ti te estoy hablando a ti, aunque te importe poco lo que estoy diciendo. ( “ A ti” de Ricardo Arjona).
[5] “Contigo” de Joaquín Sabina: “Y morirme contigo si te matas/y matarme contigo si te mueres/porque el amor, cuando no muere mata/ porque amores que matan nunca mueren”.

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TEN CUIDADO CON EL AMOR

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Rudy Mendoza Palacios
 
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