viernes, 18 de junio de 2010

CUANDO EL DESTINO NO AVISA SOBRE EL AMOR



La mañana de abril despertó como siempre. Los gallos cantando en el corral, mientras las vecinas apuradas asomaban su figura en la panadería y el puesto de periódicos.. Piura amanecía tras un largo fin de semana. Las calles de la Av. Grau se atiborraban de niños y niñas que iban al colegio. Señores esperando el bus o el taxi para que los lleve al trabajo. Un carretillero con su carga de pescado para vender discurría peligrosamente entre los ticos y combis que raudamente pugnaban por cruzar el semáforo. Un canillita en bicicleta anunciando las noticias del diario local. Por los añejos algarrobos, las ardillas soltaban de rama en rama mientras una muchacha con hermosa silueta y unos pechos ampulosos era piropeada por los mototaxistas en uno de esos paraderos informales que han invadido la ciudad.


El sonido agudo de la alarma del celular le despertó. El calor había sido la constante todo el mes y no daba señales de marcharse. Se estiró sobre la cama para salir de la modorra que le había producido el sueño tras una larga y agotadora amanecida laboral frente al computador. Se levantó de la cama, buscó un cigarrillo y no encontró más que la cajetilla. Encendió la radio y buscó una emisora de rock que sonaba con “Enamorado de un Ángel”
[1]. Busco su ropa y presuroso ingreso al baño. El agua fría de la ducha le trajo de nuevo a la cotidiana realidad. De regreso al cuarto apagó la radio, se vistió lentamente, lustró sus zapatos y con un look casual desayunó mientras veía las noticias en la televisión. Un vidente pronosticaba para Virgo, después vino Libra .Se interesó por el pronóstico y escuchó:



Libra: Un reto profesional te llevará a descubrir nuevas cosas. En el amor un reencuentro con el pasado te permitirá reconocer que el amor está en ti. Brinda lo mejor de ti este día. Tienes todo a tu favor para conseguir lo que deseas, Tu número de la suerte: 6.




Esbozo una sonrisa y dijo para sí: Vaya, vaya, si fuera cierto esto, hoy mismo me compro la Tinka. Se levantó de la mesa y apagó el televisor. ¡Estupideces!. Se dijo mientras buscaba las llaves de la casa y revisaba el crédito en el celular.


Acomodó su peinado y salió a la universidad. Muy pronto comprendería que no siempre el zodiaco está alejado de la realidad. Y es que cada quien nace bajo la influencia de una estrella o una constelación. Por algo desde miles de años nos diferenciamos los Acuarianos de los Tauro y los Libra de los capricornio. Así ha sido desde los tiempos antiguos.
[2]

Llegó a la Universidad. Saludó con un guiño a los vigilantes. Siempre había sostenido a sus compañeros y nuevos alumnos que en la Universidad habría que tener tres tipos de amigos: los vigilantes, los administrativos y los dueños del cafetín. Con esas amistades la vida en el claustro estaba asegurada Se encontró con unos amigos y conversaron sobre el concierto que Iron Maiden[3] había dado recientemente en Lima. Compartieron sus impresiones acerca de las clásicas de la banda: “The Number of the Beast” , “Runs to the Hills” o “Two minutes to midnight”. Un amigo de Comunicaciones paso saludándolos. Rieron al relacionarlo con Eddy the Knife[4], la mascota de los Maiden. Hablaron sobre la movida metalera y la “jentita” de la Plazuela Merino. Acordaron encontrarse un fin de semana para escuchar un poco de metal en casa de uno de ellos o ir a una tocada de los “shokekos skapunk”[5] con Soda, Vainilla y Hunter. Se despidió entre sonrisas y símbolos metálicos.


Paso por el cafetín para comprar unos cigarrillos. Por las veredas de la universidad muchos “niños bien” checaban sus celulares. Una pareja sentada en una banca intentando fortalecer un amor. Allá en los pabellones, un vaivén de cabezas sumergidas entre portafolios, mochilas, morrales, fólderes acudían a clases. Dos señoritas revisando los apuntes para un examen. Todos, la mayoría reía. “Mierda, lo de siempre”. Pensó – y sin darse cuenta del resto del mundo, se dirigió a la biblioteca repitiendo en voz baja una frase de Shakespeare que había aprendido de memoria alguna vez: how a bitter a thing it is to book into happines thorough another mans eyes”.
[6]

Los pasos sonaron menos con la expresión de quien asume su presente académico aquella mañana en los accesos de la biblioteca. La sensación de ese vació, la respiración se podía sentir entre ambos seres en ese encuentro inesperado que estaba a punto de darse.


- ¡ Hola¡ - dijo él sorprendido
- ¿Cómo estás? .- Dijo ella
- Ahí, vine a buscar unos textos - Dijo él, ocultando la emoción al encontrarla mientras mil maripositas empezaban a revolotear en su estómago.
- Y.. ¿Qué haces?.. ¿Ya te vas? - Inquirió él, intentado retenerla aunque unos segundo más
- Sí…pero…si tienes tiempo, podemos conversar… - expresó ella, ocultando en su seriedad esa desatinada sonrisa que él pudo gozar 20 años atrás.

Salieron de la biblioteca, nerviosos los dos, buscando en los verdes campos de la universidad una explicación a este encuentro, y se hizo interminable la caminata al cafetín, mientras apenas si intercambiaron unas frases sueltas


- Nunca me imagine encontrarme contigo después de tanto tiempo
- Ni yo, sobretodo en este espacio académico que ha renegado tanto tiempo mi desaventurada poesía
- ¿Te acuerdas cuando te siguieron los “plomitos” allá en la ermita…?

Rieron ante la tontería


Llegaron al cafetín, El tenía apenas 5 soles en su bolsillo y pensaba - “ojala no pida algo caro...Y ¿si lo hace?...caballero nomás - - Dijo para sí.


Se sentaron en una de las tantas mesitas de plástico que se ubicaban al final del espacio popular. Se presentía algo en el aire. Buscaron ese lugar como tratando de estar más solos, más íntimos en una plática donde se auguraba la pregunta respectiva.


- Y… ¿cómo te ha ido?..cuéntame - preguntó ella, como tratado de adivinarle la vida sin darse cuenta que ella lo era.
- Por ahí, trabajando de manera independiente, buscándome la vida todos los días, intentado ser aquello que mis principios me dictan
- Y tú, ¿qué haces acá? – replicó en la pregunta, asombrado de verla después de tantos años
- Acá trabajo…no sabías que trabajaba aquí...imposible cuando se supone que nuestros amigos en común saben lo que hago y no creo que hayas preguntado por mi alguna vez...
- Y ¿tus hijos? – volvió a preguntar. Sé que tienes hijos y un esposo “maravilloso” a decir de las chicas que me contaron.
- Si, y por lo que se, tú tienes unas hijas hermosas, aunque lamento no te haya ido bien el amor, pero en fin aun estás a tiempo de hallar la felicidad.


No supo que decir. Recordó la promesa que le hizo hace tiempo atrás. Imposible no era la palabra adecuada. Había prometido nunca mas reconocer el sentimiento por ella, y ello, implicaba un desconocimiento total de su vida.


- ¿Eres feliz? - pregunto él.
- ¿Por qué lo preguntas? - -dijo un poco intrigada. No sabía en realidad como responder. Su pasado ya no era suyo. Ahora habían comenzado de nuevo esa sensación cuando…
- No sé. - dijo él - me pareció verte un poco triste, distraída, como si la vida te hubiese negado la oportunidad de hacer lo que más quieres.
- ¡Estás loco¡ - dijo ella, acomodando su anteojos que parecían empañarse por la respuesta forzada y frotaba su anillo matrimonial.
- Yo me casé con un hombre maravilloso, que supo esperarme, me dio unos hijos hermosos, y…..lo amo.
- Quien como tú.- dijo- al menos encontraste un hombre, cosa que Yo no hice.

Se rieron.


Entonces se acordaron de la vida de universitarios. La vida trascurría lentamente, mientras de a poco los sorbos de café iban diluyendo esa primera barrera que ella impuso allá, abajo, en las escaleras. Por los parlantes del cafetín una canción sonaba lentamente:”Fallen Ángel”
[7].

- ¿Te acuerdas de aquel viaje al campo? - pregunto él, un poco intentando medir el recuerdo de ese amor universitario.
- Si...Y me acuerdo que allí empezó todo esto – respondió ella, tocándose el pelo, lo que denotaba cierto halito de añoranza a aquel momento.
- Claro...Como era yo quien iba atrás en la camioneta de tu padre, muriéndome de frio -. Respondió el tratándose de darse valor y ser el héroe de la conversación.
- Tú eres muy orgulloso - dijo ella riéndose- . Yo te dije que pasaras adelante. Mi padre sabía bien que tenías frio…

Y tenía razón. Su padre sabía más que ella, y había observado en los ojos de aquel chiquillo de 17 años la necesidad y el incipiente amor que sentía por su hija.


Continuaron acordándose del aquella vez que de regreso a Piura, el cogió las manos de ella bajo una frazada. El viento soplaba y el frio amenazaba con desechar esa sensación romántica de quien quiere y hace de lo prohibido su ilusión.


- Bueno, se hace tarde, -.dijo- veo que la vida te ha tratado bien. Debo irme
- Espera, le detuvo ella – ¿porque no confiesas que aún me amas?, siempre lo he sentido así, en tus miradas, en tu forma de esquivarme
- ¿Y qué quieres que te diga ahora? ¿Qué aún te amo?. ¿cambiaria eso alguna condición entre nosotros? - no pudo terminar de explicar….
- Yo me enamoré de ti – confesó ella, pero tú no tuviste el valor para luchar por mí. Aquella noche, tras la sorpresa de todos allá en el ómnibus, creí que te quedarías conmigo al día siguiente. ¿Por qué no luchaste por este amor?
- No sé… -dijo él- quizá mi inmadurez o quizá el temor a que aquel momento no haya sido de tu agrado, no se…..pero ya es tarde ahora.
- Creo que nunca comprendiste el amor que te tuve- acotó ella intentado una recriminación que se la debía desde hace muchos años..Mi amor fue espontáneo, sincero, puro, te amé demasiado, con pasión, hasta me imaginaba un futuro contigo, los dos en una vida…
- ¡Espera, no sigas¡…- expreso él, cubriendo su vergüenza tras los anteojos oscuros. Y las palabras sonaban a martillazos, a pequeños gritos de un silencio atrapado en los años.
- Yo también te amaba, pero las cosas fueron diferentes. Me dejé atrapar por ella, por su enfermedad, por los amigos que de una u otra forma compartíamos… fui un imbécil…
- Por eso cuando pasó aquello, y después nos vimos, comprendí que nunca debí dejarme llevar por las palabras y las amistades…-intento decir a modo de excusa pero ya era tarde.
- Si pues, yo no podía hacer nada más- dijo ella. Y sorbió un trago de café. Había en el aire una sensación de cómo quien niega lo real y sin darse cuenta se hunde de nuevo en la mentira.
- Qué bueno que podamos hablar de ello ahora- dijo ella, mientras sorbía el último resto de café.
- Al menos nadie nos ve- dijo él
- Si pues, desde aquella vez…he tratado de esquivarte y creo que tu a mi también dijo ella. Y tenía razón.
- Si… es bueno... Dijo el. (¿bueno? ¿Para quién o qué es bueno toda esta charla? Pensó - …Confesarle que aún la amo no sería justo…)
- Tengo que irme… ¿No tendrás algún amigo que pueda ayudarme con una información para mi proyecto? Preguntó ella tratando de cerrar la conversación con cierto aire académico, intentando enfriar aquella plática donde los dos asumían el papel de una amistad a punto de quebrarse por el pasado.
- Creo que sí, aunque el amigo que conozco es un poco loco, pero podría ayudarte, al menos si me dijeras de qué se trata pero te doy su número. Te advierto que es un poco arrogante, y distraído, pero es un buen amigo. Aunque la mayoría que lo ha contratado dice que es regular en su trabajo, pero en fin, tú decidirás si te sirve a tus propósitos….
- Ok, si es amigo tuyo. Ya me imagino que clase de loco es- dijo sonriendo mientas acomodaba sus cosas y él buscaba en su bolsillo las pocas monedas para pagar la cuenta.

El día transcurrió entre la melancolía y la realidad. La historia de los dos estaba marcada de por medio por hijos e hijas, un esposo
[8] al lado de ella y el recuerdo de un amor colegial en su contraparte.[9]

Dejaron el cafetín y caminaron rumbo al paradero universitario. No hablaron mucho en el trayecto.


- Bueno..Me voy en esa moto – dijo ella
- ¿Puedo acompañarte? – Preguntó - Claro si tienes tiempo.. Dijo ella. Subieron y de nuevo ese temor…esa indecisión de saber qué pasaría si…..
Salieron de la universidad y llegaron al centro de la ciudad. Una snack sirvió para que nuevamente, bajo el hielo de una cremolada, descubrieran ese sentimiento.
- Sabes, me gustaría que se oscureciera todo ahora. –Confesó- entonces podría acercarme a ti y besarte y….
- Loco – expreso ella,… olvídate de ello…tu bien sabes que lo nuestro ya pasó y hoy la realidad es otra...Por favor... No sigas con el tema si es que deseas conserva esta amistad…
- Bueno...Yo pensé...- un poco avergonzado se levantó y pagó la cuenta.

La calle se llenaba de buses, autos y motos que a esa hora velozmente surcaban el asfalto.se despidieron como si nada hubiera pasado. Ella se fue a su trabajo, y el trabajo lo esperaba a él. No hubo llamada. No hubo nada. Mientras caminaba, el sentir de un amor que renacía acomodaba un poco las penas del pasado. Tuvo ganas de pensar un poco en lo que le había sucedido. Caminó hasta llegar al cafetín “MI Rosita” que se ubica a media cuadra de la iglesia catedral. Un espacio con grandes ventanas, donde la mayoría de clientes son gente mayor que recuerdan sus tiempos de niños bien. Pidió una gaseosa y se puso a escribir algunas cosas. Un mensaje entró a su celular:


Gracias por la conversación. Fuiste el primer verdadero amor de mi vida y tampoco tuve del valor de luchar por él.



Sonrió y asumió que en gran parte ese amor guardado en su corazón le correspondía. Nunca he creído que la vida nos de oportunidades solo porque se le antoja. Siempre existe un porque o un pero. El amor se hace a veces difícil de soportar cuando te viene fácil. Pero este amor venia con toda una historia. Era un amor histórico como esos que Hesiodo
[10] definía como el cosmos total y donde no podía caber el egoísmo a decir de Aristóteles quien por su lado asumía que la felicidad era el sentido y la meta del ser humano.[11]. Un amor del cual no se podía esperar menos. La distancia, la felicidad contrapuesta a lo que uno quiere en la vida, un hombre y una mujer diferente eran los escenarios entre Ella y El. No contestó el mensaje.

La cabeza empezó a darle vueltas, era un remolino de emociones donde no había un punto que permitiera escapar a esa vorágine de recuerdos que se le venía. Lo pensó dos veces. Resolvió irse a casa. Pagó la bebida, encendió un cigarrillo y se perdió entre la multitud que circulaba por la Avenida Grau en un mediodía soleado.




[1] “Tremolo”, banda peruana originaria de Tacna-Perú
[2] Se cree que los signos del zodíaco tuvieron su origen en Mesopotamia hacia el año 2000 a.C. Los griegos adoptaron los símbolos de los pueblos babilónicos y se los transmitieron a otras civilizaciones de la antigüedad. Los egipcios asignaron nombres y símbolos diferentes a las divisiones del zodíaco. Los chinos también adoptaron la división en 12 secciones pero a los signos les dieron los nombres de rata, buey, tigre, dragón, serpiente, caballo, oveja, mono, gallina, perro y cerdo. Independientemente, la civilización azteca inventó un sistema similar.
[3] Banda de rock británico, una de las formaciones de heavy metal más importantes de la década de 1980.El grupo fue fundado en 1977 por el guitarra bajo y compositor Steve Harris y el guitarra Dave Murray en el barrio obrero londinense de East End y fue bautizado con el nombre de un artefacto de tortura medieval (Iron Maden significa en inglés ‘Dama de hierro’). Tras varios cambios, la formación se ha mantenido desde 1982 integrada por los dos miembros fundadores además de Nico McBrain (percusión), Adrian Smith (guitarra) y Bruce Dickinson (vocalista).
[4] Símbolo fantasmagórico que otorgaba una experiencia sobrecogedora para el público. Eddy es un esqueleto de unos tres metros de altura y mascota del grupo, uno de los componentes obligados en las actuaciones de los Maiden.
[5] Banda local piurana, caracterizada por tocar un ska violento enmarcada en una onda punk.
[6] ¡Qué amargo es mirar la felicidad a través de los ojos de otros”. (William Shakespeare)
[7] De Poison
[8] Ingeniero de profesión. Un buen hombre, buen esposo y buen padre de familia. La había conocido en la universidad. Por aquel entonces ella estaba deprimida por la inmadurez de Ethan. El la supo comprender y la ayudó a olvidar. Ella aprendió a quererlo y amarlo y se casó con él. ¿Amos o agradecimiento?. No se puede decir que lo engañó. Fue la paciencia quien le enseño a valorarlo como hombre, como ser humano..
[9] Fue el 83 cuando se enamoró por vez primera en el colegio. Rommy se llamaba. Una adolescente de baja estatura, pelo corto, castaño. Piel blanca y unos pechos muy desarrollados para su edad. Fue un amor de púber, uno esos que no se olvidan hasta que la madurez te hace comprender cuán importante es la primera vez. Nunca le confesó su amor sino hasta que ella se había separado de su esposo y el intentaba recomenzar su vida tras un fracaso con Betty. Se juntaron tras varios años de separación. Intentaron ser lo que nunca fueron. Pero el pasado y los celos de ella terminó por hundir aquello que pudo ser su futuro.
[10] Hesíodo (siglo VIII a.C.), poeta griego que ocupa un lugar de excepción en la literatura griega, tanto por sus preceptos morales como por su estilo coloquial
[11] Aristóteles (384-322 a.C.), filósofo y científico griego. Consideraba la felicidad como la meta de la vida. Definió la felicidad como una actividad que concuerda con la naturaleza específica de la humanidad; el placer acompaña a esta actividad pero no es su fin primordial. La felicidad resulta del único atributo humano de la razón, y funciona en armonía con las facultades humanas

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TEN CUIDADO CON EL AMOR

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Rudy Mendoza Palacios
 
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